Ha pasado un poco desde la última vez que obtuvimos la producción de Calvin Harris en una canción que no era la suya, “Olé” de John Newman en 2016. Pero la trayectoria de Harris demuestra que cuando ingresa al estudio, no importa si es su carrera. Propia canción o de alguien más, chispas vuelan.
El viernes pasado, Calvin prestó su talento al “chalice” de Donae’o con Belly. La producción es suave y rítmica, permitiendo que las voces de Donae’o y Belly lleven la mayor parte del esfuerzo en la pista. Sin embargo, es aproximadamente a un tercio del camino cuando llega el piano que Harris realmente demuestra por qué vale la pena.
Si bien esta pista de hip hop podría haber sido fácilmente unidimensional con un simple ritmo y batería, esa inyección de melodía y piano de 17 segundos hace toda la diferencia.
La capacidad de Calvin Harris de llevar esa profundidad aguda e intuitiva a una melodía repetitiva y aburrida es simplemente incomparable, y aunque esta canción podría haber sido un oyente de una sola vez, te sentirás adicta a ella.